Queridísimo Pepe María:
He venido a despedirme de tí. Mañana a las 10 de la mañana/ me voy a Granada.
¡Como lo siento! Pienso con tristeza que no te voy a ver en / mucho tiempo y que seguramente te acordarás poco de mí./ ¿Te podré ver antes de mi partida? El libro para Loynaz te/ lo dejare en poder de Almagro y además varios libros para que tú / los envíes a Cuba. A la una y media llámame a la Resi[dencia de Estudiantes 5253] por si me quieres dejar algo.
He venido tan temprano porque Gustavito Durán no quiere / separarse de mí ni un minuto.
Adiós cubano; ya sabes cuanto / te quiere
Federico
y yo con la tarde
sobre mis hombros
como un corderito
muerto por el lobo,
bajo el pianísimo
del oro
Este bomboncillo lírico te lo dejo encima de tu mesa para / que te lo comas, sin quitarle su envoltura de brisa dorada
¡Adios!
Adios José María/ (que tu alma triste) y lírica / duerma sobre la frente de/ la palmera altísima,/ ¡Cuba sobre los mares!
Tu alma vieja y niña/ de estrella a estrella, de / brisa en brisa.
Aquí dibujada una palmera
Aquí dibujado un poeta febríl que dice estos versos
Aquí un paisaje representado un campo y un bohío cubano
Copla cubana:
Lloran sobre el mar de Cuba
enormes flores bermejas,
sobre la isla perdida
el aire amarillo tiembla!